Si, cómo lo oyes. Aunque creas que no es para tanto, la realidad es que nuestro negocio depende de cómo nos perciben nuestros clientes y a este respecto la imagen corporativa en empresas es vital. Hoy os contamos algunas claves que debéis seguir si queréis que vuestra empresa no pierda ni una pizca de identidad.

Por qué la imagen corporativa en empresas es vital

Simple. Porque operemos en el sector que operemos, nuestros clientes necesitan sentirse seguros y cómodos con los productos o servicios que les ofrecemos. Para ello, es importante que cada vez que entren en contacto con la marca, esta sea coherente y mantenga una serie de valores intactos y sus aplicaciones sobre diferentes soportes sean las adecuadas.

Una de las variables más importantes es el color. Este es sin duda una cualidad de nuestra marca que una vez definida debe mantenerse inmutable. A no ser que el dossier de imagen indique lo contrario. Utilizar distintas tonalidades de un mismo color o presentar la marca con variedades cromáticas diferentes puede resultar fatal para la credibilidad de la misma.

Otra de los aspectos relevantes que a veces se descuidan son las tipografías y usos correctos de nuestro logotipo. El uso de mayúsculas y minúsculas, espacios y tamaños de letras deben estar muy bien definidas para que a la hora de implementar nuestra marca, todo aquel que deba influir en el proceso tenga claro cómo proceder. El área de reductibilidad y las áreas de seguridad nos aseguran que nuestro logotipo o imagotipo no aparezca opacado por otros elementos de diseño.

Todos estos aspectos deben ser analizados y definidos por un profesional que plasmará en el Manual de identidad corporativa todas esas dudas que nos puedan asaltar a la hora de implementar nuestra marca. Una vez tenemos esta «biblia» de nuestra imagen corporativa, los expertos que la implementen deben seguir sus instrucciones para asegurar la buena finalización del proceso.

 

Autor: A4roman